¿Sabías que “puente alto” recibe su nombre gracias a un gran puente que cruzaba el Río Maipo?
Hacia el año 1883, la ciudad de Santiago estaba dividida en tres departamentos: Santiago, La Victoria y Melipilla. No fue sino hasta el año 1891, cuando se promulgó una ley que permitiría la creación de municipalidades, la llamada “Ley de Comuna Autónoma”. Fue entonces cuando el departamento de La Victoria se dividió en diferentes municipios; entre ellos nuestra querida comuna de Puente Alto. Esto sucedió el 18 de Noviembre de 1892, cuando se promulga en el Diario Oficial la creación de esta nueva comuna con el nombre de “Puente Alto”, comprendiendo las subdelegaciones 12 (Puente Alto), 15 (Lo Cañas) y 16 (El Peral).
En una carta enviada por la Alcaldía de Puente Alto y dirigida al Gobernador del Departamento de la Victoria, fechada el 15 de mayo de 1894, se conoce a los primeros Alcaldes de la comuna: Primer alcalde don Carlos Aldunate Solar, como segundo don Victorino Rojas Magallanes y como tercero don Rafael Correa Echagüe.
¿Y por qué el nombre de Puente Alto? Una de las historias dice que “Don Domingo Eyzaquirre, fundador de San Bernardo, proyectó e hizo construir un canal que abasteciera de agua de riego al pueblo recién nacido. El canal Eyzaguirre toma sus aguas algunos kilómetros al oriente de Puente Alto, en el curso superior del Río Maipo, lleva siempre un gran caudal y mucha corriente a causa del considerable desnivel de su lecho. En la calle Concha y Toro esquina de Eyzaguirre pasó este canal y sobre él se construyó un gran puente de arco de ladrillos rojos, de unos diez metros de largo, seis metros de ancho y uno y medio sobre el nivel del suelo.
Esta construcción duró muchos años, (aparte de cierta belleza típica de esta clase de puentes), éste era sólido de verdad, las carretas que lo cruzaban subían lentamente su gradiente, los coches tirados por caballos, tomaban impulso a cierta distancia y eran lanzados a toda carrera para la subida. Patrones y cocheros hacían lucir la prestancia y agilidad de sus caballos de tiro, que después de largo y fatigoso viaje a Santiago, debían responder airosamente a la prueba a que les sometería el elevado puente de ladrillos”…